- DuraciónUna semana
- Medio de transporteEn coche
- Distancia185 km
DÍA 1: PASEANDO POR EL CENTRO DE LA CAPITAL ALSACIANA
Cultura y joyas arquitectónicas
Empiece su primera mañana en Alsacia paseando tranquilamente por el centro de Estrasburgo, en la Grande Île. Admire las joyas arquitectónicas que le valieron su inscripción en la lista del patrimonio mundial de la Unesco. En primer lugar, diríjase a la Place du Château y admire el regio Palacio Rohan. Alberga tres museos que podrá visitar si le gusta el arte decorativo o le interesa la historia. Justo al lado le espera la majestuosa catedral de Notre-Dame. Tras la visita, suba los 332 escalones hasta la plataforma desde donde disfrutará de una vista inigualable de la ciudad.
Romance en la Petite France
Después de saborear una tarta flambeada en la Binstub, un restaurante típico situado en la plaza Broglie, salga a descubrir el distrito de la Petite France. Es un barrio muy pintoresco con callejuelas empedradas, puentes llenos de flores y una atmósfera romántica que le seducirá inmediatamente. Tras cruzar el Pont du Faisan, diríjase a los Puentes Cubiertos para dar un paseo a orillas del agua, donde descubrirá el lugar más fotografiado de la ciudad: la Casa de los Puentes Cubiertos. Termine el día recorriendo tranquilamente los muelles, a pie o en golondrina, para dar un respiro a sus pies.
DÍA 2: HACIENDO ACOPIO DE ENERGÍA POR LAS TIERRAS DE SANTA ODILIA
Viaje a través del tiempo en Obernai
Descubra el encanto de Obernai, una localidad vitícola a pocos kilómetros de Estrasburgo. Lo primero que le impresionará será la torre y las murallas que circundan el centro histórico. Su arquitectura caballeresca le permitirá hacer un viaje a través del tiempo. Haga un alto en la Plaza del Mercado, instálese cómodamente en la terraza de uno de los muchos restaurantes y disfrute de las vistas al ayuntamiento y la torre de vigía de estilo medieval.
Peregrinación al Monte de Santa Odilia
Desde el Monte de Santa Odilia, descubra el excepcional entorno del macizo de los Vosgos. Una vez en la cima, entre en el convento que se alza sobre la llanura de Alsacia, fundado por Santa Odilia, patrona de esta región. Paséese a su ritmo mientras descubre y admira lo que tiene ante sus ojos. A lo largo del paseo descubrirá un enigma histórico y científico: el Muro Pagano, que circunda el Monte con sus 300.000 bloques de piedra.
DÍA 3: AL ASALTO DEL CASTILLO MÁS CÉLEBRE DE ALSACIA
Una maravilla arquitectónica
Siga la carretera en dirección a Sélestat. Camine por las calles adoquinadas del centro histórico y admire las casas con entramado de madera. Durante la excursión, no deje de visitar la Biblioteca Humanista, un tesoro renacentista que le dejará maravillado por la belleza de su arquitectura. Descubrirá una joya esplendorosa y luminosa que encierra una increíble colección de manuscritos medievales. Parte de este conjunto monumental está inscrita en el patrimonio de la Unesco.
Una fortaleza legendaria
El castillo del Haut-Koenigsbourg está magníficamente restaurado y da una idea de lo que eran las fortalezas de montaña medievales. Desde lo alto de la torre del homenaje, se divisa un panorama excepcional de la llanura alsaciana. Gracias a diversos talleres, visitas guiadas y la multitud de eventos que se organizan a lo largo de todo el año, descubrirá todos los secretos que encierra el castillo.
DÍA 4: DISFRUTANDO DEL ARTE DE VIVIR POR LA RUTA DE LOS VINOS DE ALSACIA
Siguiendo el mítico itinerario de la Ruta de los Vinos de Alsacia, le espera un recorrido lleno de encanto, entre viñedos, pueblos pintorescos e inimitables casas con entramado de madera. El recorrido a lo largo de esta ruta ofrece una muestra de las siete cepas alsacianas y le brinda una oportunidad única de hablar con viticultores que comparten su pasión por la viña y el terruño. Empiece la excursión caminando por el sendero que atraviesa el viñedo alsaciano y enlaza Ribeauvillé con Hunawihr. Luego, diríjase a Riquewihr y admire las maravillas de esta ciudad vitícola, para terminar la jornada disfrutando de la calma del anochecer en el típico y pintoresco pueblo de Kaysersberg.
DÍA 5: EN COLMAR, ADMIRANDO LOS INNUMERABLES TESOROS ARQUITECTÓNICOS DE LA CIUDAD
Descubrir el patrimonio de Colmar
Esta ciudad brinda a los visitantes un concentrado de los encantos del estilo de vida alsaciano. Empiece visitando la “Pequeña Venecia”, un encantador laberinto de canales por los que puede deslizarse en barca de fondo plano. A continuación, no se pierda las joyas góticas o renacentistas del casco antiguo, especialmente la Colegiata de San Martín, con bonitas terrazas a su alrededor.
Una tarde para cultivarse
No se pierda el Museo Unterlinden que alberga el famoso retablo de Issenheim. Utilice el paso subterráneo para acceder al otro lado del museo y visitar los antiguos baños municipales de la ciudad, que ahora albergan el ala contemporánea, con obras de importantes artistas como Monet, Picasso o Dubuffet. La guinda del pastel El tapiz de Guernica, de René y Jacqueline Dürrbach, una perfecta réplica de la obra de Picasso. Solo existen tres en todo el mundo, en Nueva York, Japón y Colmar.
DÍA 6: NATURALEZA Y AIRE PURO EN EL MACIZO DE LOS VOSGOS
No muy lejos de Colmar, por la carretera del valle de Munster, descubrirá el macizo de los Vosgos. Un auténtico paraíso para los aficionados al senderismo (y para los gourmets), que combina una fauna y una flora extraordinarias en un magnífico paisaje de media montaña. Los amantes de las sensaciones fuertes preferirán el valle de Kaysersberg por las múltiples actividades que brinda: los paseos por el Lago Blanco, la práctica del arborismo y el bike park seducirán a los más aventureros.
DÍA 7: EXPLORANDO LA CREATIVIDAD ALSACIANA EN MULHOUSE
Museos para todos los gustos
En esta última etapa, le espera Mulhouse, ciudad de arte e historia con un prestigioso pasado industrial. ¿Le gustan los coches? No deje de visitar la Ciudad del Automóvil, con una colección de más de 400 vehículos, desde Bugatti hasta Ferrari pasando por Rolls Royce. ¿Prefiere la moda? Visite el Museo de la Estampación Textil y descubra esta técnica que aún hoy en día sigue inspirando a los grandes creadores.
Street art en el corazón de la ciudad
Descubra la faceta creativa de la ciudad. El arte es parte del ADN de Mulhouse: paredes pintadas, instalaciones contemporáneas o frescos monumentales: le espera una auténtica galería de arte urbano al aire libre que le sorprenderá por su sinfín de colores.
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